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Sería difícil discutir la idea de que es bueno perdonar. El problema para muchos de nosotros es que realmente no sabemos cómo pasar de un estado de resentimiento al espacio del perdón. ¿Qué tiene esto que ver con el amor propio? ¡Infinidad!

Nuestros resentimientos pueden estar plenamente justificados por las acciones dañinas de alguien, y podemos considerarlas como una respuesta absolutamente apropiada a esas acciones. Sin embargo, con frecuencia nuestros resentimientos se dirigen a un objetivo que ni siquiera es la verdadera causa de nuestra lesión. Podemos estar enojados porque estamos sintiendo dolor y podemos sentir algo de alivio cuando arremetemos contra alguien o algo.

Así que aquí está la verdadera pregunta: ¿Qué puedo hacer yo, como persona normal con una lesión real, para liberarme de este dolor?

El resentimiento en sí mismo es un bloqueo, ya sea un resentimiento que sentimos hacia otra persona o un resentimiento que alguien siente hacia nosotros. Independientemente de las razones o la justificación, a medida que crece el patrón enconado de heridas no resueltas, se espesa, se expande y bloquea nuestra capacidad de recibir y comprender la riqueza del magnífico viaje que estamos viviendo.

El perdón puede parecer una píldora increíblemente amarga de tragar, pero cultivar tu voluntad y capacidad para perdonar es un acto de gran fortaleza que, en última instancia, te ayudará a manifestar tu mejor vida.

El perdón es una manifestación conmovedora del amor propio, y el amor propio es un componente clave del perdón. El amor propio nos libera del impacto negativo de los resentimientos con una armadura brillante y reluciente para protegernos de las dudas y la amargura.

¡Cultivar el amor propio puede ser tu SUPERPODER! El amor propio juega un papel tan importante en el perdón que recientemente terminé de grabar una nueva clase maravillosa”,Programa de 21 días: Libera tu poder interior a través del amor propio incondicional”.  Esta clase está inspirada en mis conversaciones con miles de estudiantes que luchan con el perdón en sus vidas. ¡Son 21 días divertidos y edificantes que puedes experimentar una y otra vez, cada vez que necesites un impulso de amor propio!