En estos tiempos de inmensos cambios y desafíos, muchos de nosotros nos encontramos en una profunda confusión al decidir los mejores y más apropiados pasos que NOSOTROS podríamos o deberíamos tomar para ayudar a traer luz y amor a nuestro mundo.
Esos pasos pueden ser metafísicos o físicos. De hecho, ¡con frecuencia son una combinación de ambos! En todos los casos, el paso más importante que podemos dar es ser fieles al Camino de nuestra propia Alma. El Proceso de Oración del Camino para Acceder al Corazón de los Registros Akáshicos© puede ser un método tremendamente valioso para guiarnos en nuestros próximos pasos más beneficiosos y efectivos.
Tengo amigos que habían planeado unas vacaciones europeas sin preocupaciones y cambiaron abruptamente su itinerario para pasar el tiempo como voluntarios para ayudar a los refugiados ucranianos en Polonia. Otros que están organizando círculos de oración para ayudar a acabar con la pandemia. Unos amigos que están ayunando y meditando por la paz mundial. Mientras que otros recogen basura en ríos y playas para ayudar a la vida silvestre local. Tengo amigos que están recaudando fondos, apoyando y difundiendo información sobre una amplia variedad de causas sinceras y algunos que brindan apoyo emocional a quienes están al frente de una variedad de situaciones difíciles. La lista sigue y sigue, y todas estas acciones son hermosas y necesarias. Cada individuo honra el impulso de su alma, lo que resulta en acciones poderosas y decisivas que hacen del mundo un lugar mejor.
Cuando nos sentimos seguros de los pasos que NOSOTROS podemos tomar para manifestar los Propósitos de nuestra Alma, tenemos energía y recursos para hacerlo. Incluso cuando los Propósitos de nuestra Alma exigen un esfuerzo riguroso, nos encontramos nutridos y sostenidos por todo lo que necesitamos hacer. Cuando damos pasos que NO son fieles a nosotros mismos, nos bloqueamos energética y/o físicamente. En estos casos, nuestros mejores esfuerzos nunca son suficientes y nos encontramos desmoralizados. Es increíble cómo funciona, ¡pero nunca falla!
Todos ustedes conocen esta oración, pero me gustaría repetirla en el contexto del mundo turbulento de hoy: “Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que puedo y sabiduría para cambiar. Conozca la diferencia."
La mayoría de nosotros queremos hacer lo que podamos para cambiar el mundo, sanar el mundo y traer paz y consuelo a todos los que viven aquí. Queremos justicia, bondad y amor. Sabemos que el lugar para comenzar es con nosotros mismos a medida que identificamos el Camino de nuestra propia Alma y manifestamos los Propósitos de nuestra propia Alma.
Nadie más puede decirte lo que DEBES estar haciendo en este momento. El servicio más valioso viene de tu corazón y alma, y es perfecto.